Gozar de los hijos adolescentes no es una utopía: es posible vivir,hablar, e incluso llevarse bien con ellos. Los padres no tienen que serperfectos; los chicos no necesitan tener en casa un superman o unasuperwoman, en realidad sólo necesitan a alguien que los quiera y losproteja. Deben tener la certeza de que sus padres están ahí y que lesdirán lo que les parece bien o mal, aunque luego ellos quieran tomar suspropias decisiones.La buena adolescencia nos muestra el camino de la educación en laresponsabilidad, pero además:o Aporta claves para fomentar la autoestima de los chicos.o Ofrece pistas sobre cuándo consultar a un profesional.o Proporciona recursos para enseñar a los hijos a verbalizar sussentimientos y fortalecerse.o Sugiere pistas para hablar de sexo con ellos y convencerlos de que lasdrogas pasan factura.o Muestra lo inadecuado que resulta ejercer de padres colegas.o Pone de manifiesto las realidades cambiantes de las actualesestructuras familiares.o Enseña a negociar, así como a pedir perdón y a valorar la risa.o Enfoca la actual realidad de internet y las redes sociales.Este libro es, ante todo, un manual práctico que ofrece la complicidadnecesaria para asumir esta compleja tarea sin miedos y con la certeza deque no hay peor decisión que la de no intervenir.